El Ayuntamiento de Sevilla lleva meses preparando la fusión entre la Gerencia de Urbanismo y el Servicio de Protección Ambiental. Hace tiempo que calificamos esta pretendida fusión como una autentica farsa. Lo que se pretendía era una voladura controlada de Medio Ambiente y trasvasar, a las bravas, las competencias medioambientales a la gerencia, dejando tirados a buena parte de sus funcionarios.
Actualmente la situación del proceso está en fase de aprobación de unos nuevos estatutos. La Sección sindical del SAF presentó en el periodo de exposición pública un escrito de alegaciones en el que, además de las de índole técnica (sugeridas por los propios funcionarios de Medio Ambiente), reivindicamos una mejor protección de los puestos de funcionarios en la nueva Gerencia.
En dichas alegaciones, el sindicato plantea, entre otras, que los funcionarios del Ayuntamiento allí adscritos continúen, a todos los efectos, en situación de servicio activo y que puedan participar en los procedimientos de Provisión de Puestos de Trabajo del propio Ayuntamiento. Y en esta misma línea, que los puestos que vayan quedando vacantes de la plantilla de funcionarios, no desaparezcan como tales, en la nueva Gerencia, y que se provean únicamente por funcionarios del Ayuntamiento de Sevilla.
En definitiva, queremos que en la “nueva Gerencia/Agencia”, las plazas de funcionarios sean ocupadas exclusivamente por funcionarios del Ayuntamiento de Sevilla, de tal forma que en futuras PPTs, el área de urbanismo quede ya abierta a la participación de los funcionarios del Ayuntamiento.
Por esta misma razón, también hemos formulado reclamación contra la creación de la figura del “funcionario propio” de la Gerencia. Consideramos un grave error de organización que se abra esta posibilidad y que en el Ayuntamiento, en sus distintos organismos autónomos, llámense como se quieran (Gerencias, Institutos, Patronatos, Agencias…), se seleccionen “funcionarios propios” en cada uno de ellos. Todo un guirigay en un Ayuntamiento de chiringuitos.
Estamos por la defensa y la profesionalización del puesto de funcionario, no por la creación de un conglomerado caótico de variantes tipológicas muy difíciles de gestionar.