La campaña "Andalucía Somos Todos" echa por tierra el esfuerzo de los ciudadanos que se presentan a las oposiciones.

Por si sabían a poco los continuos despilfarros económicos de la Junta de Andalucía, ahora el dinero público ha servido para realizar una campaña de "sensibilización" que insulta, discrimina y menosprecia a los miles de ciudadanos que gastan su dinero, propio, su esfuerzo, su tiempo y sus ilusiones en estudiar unas oposiciones, bien para encontrar un trabajo mejor, bien para, en estos complicados tiempos que corren, simplemente encontrar un trabajo (http://www.andaluciasomostodos.es/).

El Sindicato Andaluz de Funcionarios de la Junta de Andalucía ha presentado un escrito ante la Consejería de Empleo, el Instituto Andaluz de la Administración Pública y Dirección General de Recursos Humanos y Función Pública donde exige responsabilidades (Ver escritos), la retirada del vídeo en cuestión, una disculpa pública y el cese inmediato de quienes han permitido esta corrosiva campaña, cofinanciada por el Fondo Social Europeo y cuyos gastos también han sufragado los opositores como cualquier otro ciudadano, protagonizada por un ciudadano que está preparándose para conseguir un puesto en los servicios públicos, donde parece no será bien recibido, y que presume de un discurso racista, inculto y plagado de prejuicios. SAFJA muestra su más absoluto rechazo a esta grabación irrespetuosa y denigrante para los opositores, futuros funcionarios públicos (Ver en prensa).

El pobre diálogo entre los protagonistas desprestigia claramente la imagen del opositor con frases tan directas como "¡tú! ¿cuándo vas a trabajar? ¡que tú no trabajas!" y "es que no aportas nada a la economía familiar" o las pronunciadas por él mismo, ignorantes, separatistas y xenófobos, como "¡que vienen de fuera y nos quitan el trabajo!", "la mayoría de los que vienen aquí, o vienen sin papeles o vienen a robar" o "¡el padre, joé! con lo que lleva en lo alto puesto, la sotana esa (refiriéndose a una chilaba)". En definitiva, lo dejan claro, "estorban".

Una intolerable falta de respeto a aquellos ciudadanos que, por mejorar o por pura y dura necesidad, el mayor daño que hacen es presentarse a unas oposiciones. Esta descarada actitud del Ejecutivo andaluz es innecesaria, vergonzosa e infame, cuyo único fin es mofarse de los ciudadanos, ridiculizar, deteriorar y crear un rechazo social hacia el colectivo de opositores. No se valora el trabajo, la constancia y el sacrificio que sufren los opositores para poder aprobar unas oposiciones, accediendo a ellas a través de los principios de mérito, capacidad e igualdad. Esos principios constitucionales son los que no aplican el Gobierno andaluz a la hora de enchufar a tanto personal gracias a la Ley 1/2011, Ley del enchufismo. Los funcionarios públicos tienen una preparación y unos conocimientos encomiables, gracias a su preparación y estudio cuando fueron opositores.

¿Por qué no utilizan de ejemplo al alto cargo con su descomunal nómina, su coche oficial, su teléfono móvil de última generación, sus disparatadas dietas, sus injustificables ayudas de alquiler? Porque quizá muchos de ellos ni siquiera han tenido que enfrentarse a unas oposiciones. Esta no es la Andalucía de todos, sino la de unos pocos.

Descargar informativo para colgar en el tablón (versión PDF).

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