El diario ABC se ha hecho eco recientemente de la preocupación existente en el SAF debida a las sospecha de la enésima maniobra de la Junta de Andalucía mediante la cual todas aquellas personas que actualmente se encuentran “en el limbo administrativo” de la administración andaluza puedan verse beneficiadas por estrategias y decisiones encaminadas a facilitar su incursión en los distintos cuerpos y escalas de funcionarios (o laborales) en condiciones iguales o más ventajosas de las que en su día ha disfrutado el personal interino acogido al anulado Pacto de Estabilidad.
Si bien es verdad que las últimas ofertas de empleo público se están desarrollando por el procedimiento único de Oposición, no es de extrañar que la vuelta a la modalidad del Concurso/Oposición no busque más que el afianzamiento de este macro colectivo (de más de 30.000 personas), primando el trabajo desarrollado -al que se ha accedido en condiciones cuando menos sospechosas por la ausencia de los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad- en claro agravio comparativo frente a las personas que acceden sin estos periodos laborales previos.
