La falta de personal, la carga de trabajo, la alta demanda del servicio y la conflictividad social son algunos de los problemas que sacuden la oficina.
El Sindicato Andaluz de Funcionarios, SAF, ha denunciado por escrito ante la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, la Unidad de Prevención, la Dirección Gerencia y la Dirección Provincial, las tres del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), agresiones físicas y verbales, enmarcadas en los casos de violencia a terceros, contra varios trabajadores en una oficina de Empleo situada en el barrio de la Macarena en Sevilla (Ver primera página del escrito) (Ver en prensa).
El Director de la oficina confirmó al Delegado de Prevención de SAF que el pasado día 20 de febrero una funcionaria sufrió un violento empujón contra la pared y un vigilante de seguridad de una empresa externa necesitó asistencia médica tras herirlo en el brazo con un perfil de aluminio de una mampara de separación, que los agresores rompieron previamente. Los culpables de las lesiones fueron reducidos y detenidos por la Policía Nacional.
Además, el Director reconoce que en días posteriores se han sucedido intentos de agresiones físicas con violencia verbal a compañeras, al vigilante de seguridad y a él mismo.
SAF entiende que el factor de riesgo fundamental en la oficina es la falta de personal, a la que se une la carencia de medios, la ausencia de apoyo de la organización a sus trabajadores, el alto índice de conflictividad social. La escasez de personal desborda de trabajo a los funcionarios y frustra las expectativas de usuarios, que rondan los 14.000 en esta oficina. Es más, el funcionario de la oficina del SAE se encarga, fuera de su competencia, de ciudadanos que deben ser atendidos por la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Los trabajadores sufren problemas de estrés y síntomas de burnout o síndrome de desgaste profesional. Ante esta grave situación que también perjudica directamente a los ciudadanos, SAF exige que se evalúen los riesgos psicosociales y se resuelva la falta de personal que provoca la saturación de los servicios públicos.
SAF pide que la Unidad de Prevención de la Consejería incremente la vigilancia de la seguridad, implante un protocolo contra la violencia de terceros y se impartan cursos de formación de gestión del estrés. Al mismo tiempo, SAF solicita retirar el apilamiento de documentos y material de oficina del pasillo, que llega a superar el metro y medio de altura y los tres metros de largo, que dificulta el paso, puede provocar accidentes e incluso un incendio.
Esta denuncia refleja el compromiso de SAF de seguir luchando por la mejora de las condiciones de trabajo, libres de violencia, como objetivo de progreso y por un servicio público de calidad.
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